Cuando los novios viven afuera, los casamientos tienen un gusto especial. Siempre son únicos e irrepetibles, pero en estos casos además sabemos que es una de las pocas veces que juntan a sus familiares y amigos, y eso le da un contenido emocional distinto… Empezamos el domingo temprano, apenas un par de horas después de un buen desayuno, sabiendo que se venía un día bien largo.
Natu arrancó a primera hora en Puerto Norte Hotel junto a su mamá, todo comandado por un gran equipo de trabajo: Luli de la Vega, Lucas Martínez Navarro y Catalina Olmedo. En la habitación de al lado, Juan ultimaba detalles con amigos y hermanos, todo bajo la atenta mirada de mi amigo y colega Jorge Schwab (muchas gracias Jorge!!).
Se acercaba el mediodía y de a poco los invitados fueron llegando a Salones Puerto Norte, donde Vero y Virginia tenían todo coordinado y ya se lucía la impecable ambientación de Dark, como de costumbre. Mucha expectativa y algo de ansiedad, calmada a los pocos minutos con la entrada de Juan, las damas de honor, el cortejo y finalmente Natu, bajo la mirada y los aplausos de cada uno de los invitados. En la ceremonia no faltaron los buenos momentos: emoción, sorpresa, alegría y abrazos que se dejaron fluir, como debe ser…
Y la fiesta, gran fiesta. Con Tommy Muñoz a la cabeza, no había dudas de que no iban a faltar motivos para mantener siempre la pista bien arriba, aún sabiendo la cantidad de horas que quedaban por delante… Se festejó a pleno, sobraba la buena onda de todos. Sin dudas, este casamiento tuvo un gusto especial, y así lo vivieron todos…
Felicitaciones Natu y Juan, muchas gracias por todo!! Agradecimiento especial a Jorge Schwab y Adrián Fortuna por la ayuda en todo momento!!